Ya en el 2015 empezamos a ver ropa con un estilo victoriano, esta primavera ha sido un boom que aún se sigue sintiendo este otoño/invierno. La moda victoriana se caracteriza por ser un estilo románico pero con un ligero toque gótico. 

El estilo victoriano tiene sus inicios en el siglo XIX con el reinado de la reina Victoria de Gran Bretaña. En este siglo se produjo la revolución industrial, lo que abrió nuevos horizontes en la moda con la invención de la máquina de coser. Comenzó la producción de prendas en masa, abaratando la ropa considerablemente. Pero en contraste a esto, surgió el mercado de la alta costura (haute couture).

Gracias a la mecanización en el siglo XIX de la industria textil los encajes ganaron mucho protagonismo. Desde 1830 a 1840 tuvo su auge la moda victoriana, de la que podemos destacar el uso de gorgeras, pelerine (cuello ancho y plano) y pelisse (abrigo de mangas enormes o capas). Como complemento indiscutible tenemos el bolso limosnero o ridículos y las joyas como cruces, broches, brazaletes y cadenas de oro de las que colgaban pequeños frascos de perfume. 

Si hacemos una comparativa de ésta época con la actual podemos ver que los detalles principales no se han perdido: cuellos lechuguinos, terciopelo, encajes, bordados, brocados... y como complementos: bolsos limosnero, collares largos, broches, brazaletes, etc.

Fendi propone una camisa con volantes y cuello lechuguino. Ha sacado una colección de bolsos limosnero en todos los colores y  formas.

Valentino lleva a su máximo exponente las gorgueras o cuello lechuguino.

Chloe nos presenta vestidos con encajes, mangas de pierna de cordero (muy típicas de la época victorina) y cuellos tipo pelerine.