Los cambios de estación no solo significan un cambio en el clima, sino también un desafío para nuestro organismo. Una manera eficaz para combatir los efectos nocivos que nos rodean cuando hay un cambio de estación es luchar contra las toxinas y provisionarnos de vitaminas que nos proporcionan energía y dinamismo, algo básico para luchar contra la astenia primaveral.

Para el desayuno: es recomendable la ingesta de alimentos ricos en hidratos de carbono, como los cereales integrales o el pan integral. La ingesta de zumos y frutas es esencial, sobre todo los cítricos, por su alto contenido en vitamina C, ya que en esta época del año el organismo necesita un refuerzo extra de vitaminas.

En la hora de la comida: deben reinar las verduras, los vegetales y las legumbres, nos proporcionan fibra necesario para nuestro organismo y nos ayuda a depurarlo. La forma de preparación son principalmente en ensalada (esencial para obtener la vitamina C de las verduras), puré o hervidas.
La proteínas son esenciales y las ingeriremos a través de cereales, carne o pescado. Los tipos de proteínas que nos proporcionan los alimentos son básicamente:

• Proteínas de origen vegetal de alto valor biológico, lo proporcionan las legumbres, cereales o frutos secos.
• Proteínas de origen animal, formada por carnes y pescados. Dentro de los pescado, debemos ingerir 3 veces a la semana pescado azul, ya que nos proporciona proteínas de alto valor biológico además de ácidos grasos omega-3, vitamina A y D. 

En la cena tomaremos algo ligero pero cargado de vitaminas. Consumiremos una ensalada, pescado, consomé de verduras, etc. Cenaremos por lo menos dos horas antes de irnos a la cama, para poder hacer bien la digestión. 

Beber 2 litros de agua al día y realizar ejercicio físico moderado semanalmente.

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